miércoles, 31 de octubre de 2012

El papel del clero en la Revolución Francesa


En la historia del mundo contemporáneo, la Revolución Francesa sirvió de ejemplo para otros países, en donde se destacaron conflictos sociales similares, en contra de un régimen opresor, como era la monarquía. En este período se pueden encontrar diferentes actores sociales, los cuales fueron protagonistas en este movimiento revolucionario, que precedido por diferentes acontecimientos  dio como producto esta histórica revolución. Dentro de estos actores sociales se pueden mencionar la monarquía, la aristocracia, la burguesía, el campesinado y el clero; este último presentó características trascendentales durante este periodo de conflicto, pues tuvieron influencia sobre la población y la situación social, partiendo desde su poder o dominio que más que religioso o ideológico se fue incorporando al ámbito político.




El clero era una de las clases sociales privilegiadas. Estaba conformada por los curas, cardenales, obispos, monjes, frailes y el Papa. Conservaba un gran prestigio e influencia. Era un estamento muy rico y con mucho poder, pues  recibía los diezmos de los fieles, poseían extensas propiedades que abarcaban la cuarta parte de la superficie de Francia, y como si fuera poco no pagaban impuestos. Cada año entregaba al estado una contribución voluntaria (2% de sus ingresos). Se ocupaba de la enseñanza y la censura, y tenía sus propios tribunales de justicia. Solo la Iglesia podía legalizar casamientos, nacimientos y defunciones.

Se puede clasificar al clero de diversas formas: jerárquicamente en sacerdotes, obispos, cardenales; según sus orígenes en clero alto (hijos de nobles) y clero bajo (hijos de campesinos); o  según sus órdenes y movimientos en jansenistas, jesuitas, galicanos, entre otros. De la misma manera en que existían clasificaciones dentro del denominado clero, también habían pensamientos, ideas e influencias que marcaban estas diferencias y que poco a poco comenzaron a verse reflejadas en los movimientos sociales y manifestaciones de los mismos sacerdotes.



Cuando se comenzaron a dar los diferentes movimientos y manifestaciones de descontento en la sociedad francesa, el clero se dividió en opiniones y criterios según su posición. El clero bajo apoyaba al pueblo y sus peticiones de justicia, igualdad y libertad fundamentada en derechos; mientras que el clero alto se oponía ya que sus privilegios e influencia socio-política iba a verse afectada.





5 de mayo de 1789, los Estados Generales

Los Estados Generales era una reunión convocada por el rey. Estaban conformados por el primer estado (el clero), el segundo estado (la nobleza) y el tercer estado (representantes del pueblo). Se citaban para conocer la opinión de los representantes de los poderes para finiquitar una solución que solventará las problemáticas políticas o financieras por las que atraviese el país, por ejemplo aprobar el aporte de las provincias en hombres para la guerra y dinero para el Estado. En el caso del primer estado, los obispos y el clero parroquial disfrutaban del mismo derecho al sufragio directo que un noble, en tanto que los canónigos y los monjes solo estaban autorizados a enviar representantes. En estas asambleas el clero y la nobleza eran habitualmente aliados, razón por la cual representaban la mayoría  a la hora de tomar las decisiones, dejando prácticamente al Tercer Estado sin voz.




Luis XVI se vio obligado a convocar los Estados Generales el  5 de mayo de 1979 para que aprobaran nuevos impuestos y poder así resolver la crisis financiera, pues la monarquía estaba a punto de colapsar. La nobleza y el clero pretendían que se votara por estamentos, de este modo ellos alcanzaban la mayoría, por otro lado los representantes del entado llano (Tercer Estado) defendían el voto por cabeza, lo que les otorgaba la mayoría. Como producto a la oposición de los estamentos privilegiados y el Tercer Estado nace la  Asamblea Nacional.  

9 de julio de 1789, la asamblea se proclama Asamblea Nacional Constituyente



La Asamblea Nacional Constituyente fue el resultado de un proceso de transición de los Estados Generales, luego a Asamblea Nacional (17 de junio hasta 9 de julio), que después va a transformarse en la Asamblea Nacional Constituyente. Este órgano ejecutó iniciativas para la creación de un estado más igualitario como la supresión de los privilegios de la iglesia, la nobleza además se abolieron los derechos señoriales sobre los campesinos. También se llevó a cabo la creación de una constitución que establecía la división de poderes y  la Declaración de los Derechos del Hombre.


            Muchos de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente eran anticlericales, materialista o teísta, pero se sobre pone a ellos una mayoría creyente que en ese momento descarta una separación de la iglesia y el Estado, por lo que los sacerdotes serían los funcionarios encargados del culto. Algunos curas bendijeron los decretos de la Asamblea, otros recibieron los juramentos en medio de plegarias o celebraciones religiosas.

20 de agosto de 1789 Declaración de los derechos de hombre.

 Proclamaba la libertad, la igualdad entre las personas y la soberanía nacional.  Involucra los derechos fundamentales de los ciudadanos franceses y de todos los hombres sin excepción, no estaba dirigido a las mujeres ni a la esclavitud. La Declaración estableció los principios de la sociedad y a la vez acabó con  las ideas, instituciones y las prácticas del antiguo régimen.


12 de julio de 1790, aprobación de la Constitución Civil del Clero



La Constitución Civil del clero fue votada y aceptada por la Asamblea, en la que un importante grupo del clero estaba a favor de esta decisión, pues querían ser independientes de Roma. Por su parte, gran cantidad de sacerdotes se oponían del mismo modo a esta nueva constitución que los desligaba del sistema jerárquico al que estaban acostumbrados desde hace siglos. Además, esta fue solo una propuesta o proyecto que tenía que ser evaluado tanto por el rey como por el Papa; el primero aceptó a firmarla, mientras que el jerarca cristiano se opuso. A pesar de la oposición del máximo líder católico, la constitución se comenzó a ejercer aun sin recibir la respuesta del él, lo que tomó el nombre de “La bula del Papa”




            La constituyente exige al clero el mismo juramento de fidelidad    que impone a otros agentes del Estado. La juramentación de los sacerdotes desató una división entre los mismos clérigos y distintas órdenes, por ejemplo algunos galicanos buscan separarse del dominio de Roma, mientras que los jansenistas esperan de este modo purificar y moralizar la Iglesia de Francia.


En Febrero de 1791 se marca una diferencia bastante grande entre sacerdotes juramentados o constituyentes, y los refractarios o no juramentados quienes no aceptan lo estipulado en la constitución y se manifiestan de diversas maneras tanto en los ritos religiosos como con actos incluso irreligiosos, satánicos o de descristianización. Todos aquellos sacerdotes que no aceptaran el juramento se consideraban fuera de su cargo, por el contrario los juramentados eran considerados como funcionarios del Estado.  El proceso de juramentación tuvo ciertas particularidades; algunos curas aceptaron el juramento por miedo a que su falta al Estado les produjera incursiones en lo político o espiritual, otros luego de haberse juramentado se lamentaban de su decisión pues no comparten del proceso del que son parte y otros son excluidos u obligados a juramentarse en contra de su voluntad, viéndose incluso envueltos en grandes problemas sociales. Por otro lado, otros clérigos muy convencidos de sus actos defendían sus posiciones y poco a poco la rivalidad entre refractarios y juramentados se fue convirtiendo en toda una guerra.


A partir del 29 de noviembre de 1791, un decreto de la Asamblea Legislativa (la cual no estuvo vigente por mucho tiempo) extiende la obligación del juramento a todos los eclesiásticos , incluso a los que no están al servicio y pago del Estado. Un años más tarde, en agosto de 1792 se les exige a los sacerdotes un nuevo juramento sobre la nación (“Juro ser fiel a la Nación y mantener la libertad y la igualdad, o morir defendiéndola”), al que algunos pese a estar en contra de la Constitución Civil del Clero, aceptan pronunciarlo. Los que se niegan son enviados a prisión y en setiembre gran parte son asesinados.

Actores Sociales: Nobleza

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Bibliografía



Álvares Osés, J. A. (2006). La Enciclopedia del Estudiante: Física y Química (Vol. 7). Buenos Aires: Santillana.

Lefebvre, G. (1973). La Revolución Francesa y el imperialismo (1789-1815). México, D.F: Fondo de Cultura Económica.
Soboul, A. (1971). Las clases sociales de la revolución Francesa. Caracas, Madrid: Fundamentos.
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Thorez, M. (1968). La revolución francesa. México: Grijalbo.
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