En
la historia del mundo contemporáneo, la Revolución Francesa sirvió de
ejemplo para otros países, en donde se destacaron conflictos sociales
similares, en contra de un régimen opresor, como era la monarquía. En este
período se pueden encontrar diferentes actores sociales, los cuales fueron
protagonistas en este movimiento revolucionario, que precedido por diferentes
acontecimientos dio como producto esta histórica revolución. Dentro de
estos actores sociales se pueden mencionar la monarquía, la aristocracia, la burguesía,
el campesinado y el clero; este último presentó características trascendentales
durante este periodo de conflicto, pues tuvieron influencia sobre la población
y la situación social, partiendo desde su poder o dominio que más que religioso
o ideológico se fue incorporando al ámbito político.
El clero era una de
las clases sociales privilegiadas. Estaba conformada por los curas, cardenales,
obispos, monjes, frailes y el Papa. Conservaba un gran prestigio e influencia.
Era un estamento muy rico y con mucho poder, pues recibía los diezmos de
los fieles, poseían extensas propiedades que abarcaban la cuarta parte de la
superficie de Francia, y como si fuera poco no pagaban impuestos. Cada año
entregaba al estado una contribución voluntaria (2% de sus ingresos). Se
ocupaba de la enseñanza y la censura, y tenía sus propios tribunales de
justicia. Solo la Iglesia podía legalizar casamientos, nacimientos y
defunciones.
Se puede clasificar
al clero de diversas formas: jerárquicamente en sacerdotes, obispos, cardenales; según sus
orígenes en clero alto (hijos de nobles) y clero bajo (hijos de campesinos);
o según sus órdenes y movimientos en jansenistas, jesuitas, galicanos,
entre otros. De la misma manera en que existían clasificaciones dentro del
denominado clero, también habían pensamientos, ideas e influencias que marcaban
estas diferencias y que poco a poco comenzaron a verse reflejadas en los
movimientos sociales y manifestaciones de los mismos sacerdotes.
Cuando se comenzaron a dar los diferentes movimientos y manifestaciones de descontento en la sociedad francesa, el clero se dividió en opiniones y criterios según su posición. El clero bajo apoyaba al pueblo y sus peticiones de justicia, igualdad y libertad fundamentada en derechos; mientras que el clero alto se oponía ya que sus privilegios e influencia socio-política iba a verse afectada.